Este año ha demostrado más que nunca lo resilientes que son las explotaciones agroecológicas. Muchas granjas en China pertenecientes a la red de Agricultura sostenida por la comunidad (CSA Network en inglés) han tenido un muy buen desempeño durante la pandemia, tanto económicamente como también por dar respuesta a las necesidades de los consumidores, quienes se dieron cuenta de la necesidad básica de alimentarse bien, con alimentos sanos que fortalezcan su inmunidad ante el “enemigo pandémico”. El efecto ha sido que la relación productor-consumidor ha aumentado y ha cambiado el vínculo entre ellos que ahora es mucho más cercano.

Poder comer de alimentos ecológicos y sanos, que han ido de la “granja a la mesa” en 24 horas ha generado una profunda gratitud mutua entre los miembros de la CSA. La pandemia despertó un espíritu de lucha a ambos lados, tanto en los productores como en los consumidores. Esto sacó la esencia de la agricultura sostenida por la comunidad, que es que la relación entre campesinos y consumidores sea estable, comprensiva a ambos lados y colaborativa.

Join Shi Yan es pionera ecológica y la fundadora de la primera CSA en China. Ahora gestiona Shared Harvests, una CSA que ahora suministra alimentos a más de mil familias en Beijing