ORFC 2026 8 – 9 Jan
Somos testigos de la creciente financiarización de la tierra y los territorios a medida que la misma tierra y los recursos naturales se venden a actores financieros como bancos, fondos de pensiones y compañías de seguros. Estos actores, a menudo, hacen uso de complejas redes de inversión en las que intervienen todo tipo de intermediarios como corredores de bolsa, lagunas normativas en la evasión fiscal y empresas off-shore. Todos ellos son intentos para distanciarse del escrutinio público, la reglamentación, la fiscalidad y la rendición de cuentas. Esto supone una enorme pérdida de poder para las comunidades, ya que implica que las decisiones que se toman sobre la tierra son distantes, antidemocráticas y ocultas.
Las tierras agrícolas no están protegidas en lo absoluto y, tanto si los nuevos propietarios tienen motivaciones puramente financieras como si tienen algún interés en lo que ofrece la tierra (biomasa, venta de productos básicos), el resultado es el mismo: los inversores que adquieren las acciones priorizan la rentabilidad, relegando a un segundo plano la producción agrícola junto con sus funciones sociales y sus objetivos ambientales.
Esta sesión busca abordar algunas cuestiones como:
● ¿Cómo podemos combatir la financiarización de las ventas de tierras?