La pandemia de COVID-19 y las crisis posteriores, como resultado del aislamiento social obligatorio, han puesto al descubierto las fracturas de la relación de las sociedades humanas con la naturaleza. En un mundo dominado por la globalización capitalista, estas crisis no son destellos o anomalías que requieren algunos ajustes para hacer que el sistema sea un poco más sostenible. Por el contrario, son un reflejo contundente de los procesos que engendran las crisis económicas, ecológicas y sociales que ya existían.

Durante esta coyuntura crítica, los foros y publicaciones internacionales clave se están concentrando en identificar los factores que fomentan la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, y hay fuerzas poderosas que se están uniendo para fomentar soluciones falsas que garanticen que los poderosos actores económicos puedan mantener sus ganancias mientras fingen preservar la naturaleza. La historia trágica de los brotes de ébola en África Central y en la República Democrática del Congo, en particular, no se puede separar de las interconexiones entre la extracción y explotación de recursos, el colapso ecológico, los medios de vida precarios, la financiación y el endeudamiento agobiante.

En esta sesión, el panel debatirá cómo la relación entre las alteraciones al equilibrio ecológico y la salud humana ha sido moldeada por lógicas distorsionadas de austeridad, especulación y financiación de la vida y la muerte humanas, moldeadas en gran parte por las presiones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Destacarán cómo la colaboración entre los grandes grupos conservacionistas, la industria y los gobiernos del Norte están impulsando una serie de soluciones peligrosas y falsas, basadas en una lógica destructiva y excluyente de mercantilización, despojo y financiación.

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