En el Día Mundial de la Alimentación del año pasado, el secretario general de la ONU António Guterres anunció que convocaría una Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de la ONU en el otoño del 2021. No nos imaginábamos que los desafíos serían tan grandes tan rápido. La pandemia de COVID-19 se convirtió rápidamente en una crisis alimentaria. En estos momentos turbulentos, lo que se decida en unos pocos años determinará el camino de la gobernanza alimentaria mundial durante décadas. El objetivo de Guterres es organizar un evento que hará que el mundo transforme los sistemas alimentarios con un énfasis específico en eliminar el hambre y la malnutrición. Pero para más de 500 movimientos sociales de campesinxs, sindicatos de trabajadorxs del sector alimenticio y activistas por los derechos humanos, el anuncio del secretario general de la ONU refleja la intención del sector privado de dominar las políticas alimentarias globales. Estos reclamos no son infundados.

El relator especial de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación hablará sobre las diferentes visiones que abarcan los sistemas alimentarios: principalmente la de la agroecología frente a la “agricultura intensiva sostenible” y el entorno político internacional con respecto a esas visiones. Describirá el rol, desafortunadamente marginal, que los derechos humanos han tenido durante la preparación de la cumbre hasta ahora. También contará por qué cree que las personas pueden hacer la diferencia en la Oxford Real Farming Conference y cómo pueden usar su poder colectivo para cambiar los sistemas alimentarios del mundo.